¿Tienes pensado crear una página web? Antes de familiarizarte con ello, debes saber qué son los términos hosting y dominio y en qué se diferencian. Para que puedas hacerte una idea, el hosting sería nuestra casa, y el dominio es la dirección, es decir, la calle y el número donde vivimos. Si quieres enfocar tu carrera profesional hacia la creación y mantenimiento de webs, no dudes en estudiar programación.
Sigue leyendo porque te explicamos con detalle las diferencias que hay entre un hosting y un dominio. ¡Vamos allá!
Índice de contenidos
Diferencias entre hosting y dominio
En primer lugar debes saber que el hosting también se conoce como almacenamiento web. Es el espacio físico que alquilamos y en el que podemos guardar toda la información de una página web y que sea visible en Internet. Estos alojamientos pueden ser locales o pueden estar repartidos en la red, conociéndose como servidores. Normalmente estos servicios los ofrecen compañías especializadas en alojamiento web.
Por otro lado, el dominio es el nombre de nuestra web, por el que los usuarios pueden encontrarnos fácilmente y acceder a nuestro contenido. Por ejemplo, si quieres tener un blog con tu nombre como dominio, debes comprobar que esté disponible, comprarlo y registrarlo. Los dominios surgieron para sustituir las direcciones IP, siendo más práctico.
Debes saber que no es necesario tener el hosting y dominio con el mismo proveedor. De hecho, esto tiene ciertas ventajas, ya que puedes tener más control sobre el nombre del dominio, puedes migrar el sitio web a otro hosting más rápido y suele ser un método más económico.
Tipos de hosting que puedes elegir
En el mercado encontramos distintos tipos de almacenamiento web que cubren ciertas necesidades y ofrecen prestaciones distintas. A continuación te detallamos los 6 tipos más comunes:
- Hosting compartido. En este tipo de alojamientos, el proveedor alquila pequeños espacios a varios sitios web dentro de un mismo servidor. Los clientes alojan su contenido y comparten recursos del servidor, como el procesador, la memoria RAM o la dirección IP.
- Servidor dedicado. Es utilizado exclusivamente por un cliente. Utiliza un servidor entero, tiene un mayor nivel de seguridad y el rendimiento no se ve afectado.
- Servidor Privado Virtual. Este tipo de hosting se caracteriza por un servidor físico que está dividido en compartimentos virtuales e independientes que son capaces de trabajar con su propio sistema operativo y sin compartir recursos.
- Servidor en la nube. Todos los recursos se utilizan en un sitio web son ejecutados desde la nube. A diferencia de otros servidores, en este solo pagas por lo que usas.
- Hosting Reseller. Consiste en la reventa del servicio de almacenamiento web, es decir, adquirimos el servicio de alojamiento con un proveedor a la vez que los clientes nos pagan por un hosting dentro del mismo plan que contratamos. Se pueden incluir dominios externos o crear subdominios.
- Mail Hosting. Este servicio permite registrar nuestro propio nombre de dominio y generar una imagen de seriedad y confianza a través de un servicio profesional de correo. En definitiva, ofrece una dirección de correo personalizada, con mayor espacio de almacenamiento y seguridad.
Consejos para elegir un nombre de dominio perfecto
Para escoger un dominio exitoso debes tener en cuenta una serie de aspectos:
- El dominio debe ser breve, directo y sencillo.
- Evita caracteres especiales. No utilices un dominio con guiones, tildes, eñes u otro elemento confuso. Estos pueden complicar la búsqueda de tu nombre.
- Originalidad con límites. Debes escoger un nombre que no sea ofensivo ni pueda malinterpretarse.
- Cuidado con los nombres internacionales. Si quieres enfocarte a un mercado de habla hispana, escoge un nombre en español. Si quieres expandir tu proyecto a nivel europeo o americano, mejor escoge uno en inglés.
- Comprueba la disponibilidad del dominio en redes sociales. Si coincide con alguno presente en redes sociales y tiene una sólida presencia, es mejor que cambies tu dominio.