Nos encontramos en una época económicamente hablando muy compleja, es por ello que existe una clasificación de las empresas según diferentes variables. Estas pueden compartir características entre ellas o diferencias. Podemos catalogarlas según la dimensión jurídica, el número de trabajadores, etc. Conoce todas las clasificaciones y aprende a dirigir y administrar empresas con nuestro Máster en Creación de Empresas especializado en la Gestión de Microempresas.
Índice de contenidos
Clasificación de las empresas
Podemos hacer mil clasificaciones diferentes para cada empresa en particular, y cada una de ellas puede pertenecer a más de una clasificación. Podemos hablar en función de la propiedad, la actividad, el mercado geográfico donde actúan, el tamaño o la forma jurídica…
Empresas según su propiedad
En este tipo de clasificación de las empresas es cuando hablamos de quién se encuentra detrás de su actividad económica. Pueden ser instituciones públicas, donde normalmente la finalidad del beneficio de la actividad no se debe a su maximización, sino que se invierte en bienes sociales y como servicio a la comunidad.
Por otra parte, podemos encontrar que detrás se esconde una propiedad privada. El control y el capital aquí pertenecen a personas particulares o a su vez a otras empresas privadas. Encontramos infinidad de ejemplos, que van desde las multinacionales a las tiendecillas de nuestro barrio. En contraposición a la empresa pública, esta busca un mayor beneficio económico.
Finalmente, en esta clasificación encontramos las empresas mixtas. Estas tienen capital tanto público como privado. Actualmente existen empresas de propiedad pública, pero de gestión privada.
Empresas según su actividad
Si ponemos atención al tipo de actividad que desarrollan, la clasificación de las empresas cambia. Las podemos clasificar en sectores: sector primario, secundario y terciario.
En el sector primario residen todas aquellas empresas que se dedican a extraer y a aprovechar primeras materias. Estas están enfocadas en la agricultura, la caza, la ganadería, la pesca, los recursos forestales y la minería.
El sector secundario están todas aquellas empresas que su principal actividad es la manipulación de los recursos naturales. Se dedican a transformar unos bienes en otros más útiles. Un ejemplo claro de empresa de este sector son las fábricas.
Empresas según su mercado geográfico
En esta clasificación de las empresas especificamos dónde actúan. Pueden ser empresas locales, regionales o internacionales. Se trata de averiguar cuál es su cobertura geográfica que disponen.
Empresas según su tamaño
Hay muchos criterios que se pueden utilizar para determinar qué tamaño tiene cada empresa. Podemos contabilizar el número de empleados, el tipo de negocio, la cantidad de capital que mueven… Pero indistintamente en qué tipo de variable nos movamos, se clasifican de la siguiente manera: grandes, medianas, pequeñas o microempresas.
Las grandes empresas son aquellas que normalmente manejas cantidades grandes de capital, tienen instalaciones propias y tienen un gran nombre de empleados. Por otro lado, las medianas empresas intervienen muchas personas y pueden tener sindicato y procedimientos automatizados.
Las empresas pequeñas, por contraposición, son aquellas entidades independientes, creadas para ser rentables pero que sus beneficios no se exceden demasiado. Finalmente, las microempresas son de propiedad individual. La maquinaria que utilizan es reducida y el propietario es el que se encarga de todo.
Empresas según su forma jurídica
Hablamos de empresas simples cuando es una empresa que consta de una sociedad y una explotación. Son empresas pequeñas con una estructura sencilla. En cambio, las diversificadas simples son aquellas que constan de una empresa, con una única sociedad, pero que tienen más de una explotación.
Las empresas compuestas son aquellas que constan de varias sociedades para crear un solo producto. Y finalmente, la empresas complejas son aquellas que tiene múltiples sociedades, múltiples asociaciones, para crear múltiples productos.